Adictos a estar ocupados

Estar ocupado parece una moda. Es un término abstracto que normalmente nos da una clara idea de responsabilidad, profesionalidad, incluso urgencia pero, ¿sabemos a qué nos lleva en realidad la idea de estar ocupados?

En china la palabra ocupado se traduce en dos sílabas, una de ellas significa corazón y la otra muerte. Esto, a efectos prácticos significa que cuanto más ocupados estamos más energía fluye a nuestra cabeza, alejándose de otros lugares, como el corazón. Es decir, que cuanto más ocupados estamos más nos alejamos de los demás y de sus emociones… Una actitud que llevada al extremo nos convertiría en algo parecido a robots: una gran capacidad de ejecución pero con escasa conexión con el entorno que les rodea.

Es evidente que la sociedad en que vivimos cada vez nos orienta más a esa tendencia a estar ocupados, a no perder el tiempo y hacer más, aprender más, tener más ocio, consumir más…estar más estresados…  Pero esta tendencia a la acción se debe también a un desequilibrio químico en nuestro cerebro en el que la dopamina es la pieza clave. La hormona de la dopamina es una droga muy adictiva que nuestro cerebro crea de forma natural, proporcionándonos una sensación de recompensa que implica relajación, disfrute y gratificación.

Cada vez que añadimos una acción a nuestra agenda liberamos dopamina y por un momento nos sentimos bien, hasta que de nuevo comenzamos a necesitar ese estímulo y añadimos otra actividad, y así poco a poco entramos en un círculo vicioso cuyo resultado es una agenda repleta de tareas.

¿Quieres sabes si eres un adicto a estar ocupado?

La adicción a estar ocupado nos hace buscar un estímulo inmediato y en muchos casos nos lleva a perder de vista objetivos a largo plazo. A continuación te planteamos un test muy sencillo que te permitirá descubrir si este es tu caso:

  1. La próxima vez que te sientes a trabajar, antes de hacer nada intenta permanecer sentado mirando por la ventana u observando la pantalla de tu ordenador.
  2. Durante tres minutos no hagas nada: no hables, no realices ninguna acción, no pienses en resolver problemas…

¿Te ha resultado un reto difícil? Si durante estos tres minutos has sentido la necesidad de estar ocupado entonces puedes considerar que experimentas cierta adicción a la acción.

Una adicción de la que es fácil liberarse

Afortunadamente es muy fácil romper este círculo vicioso en dos sencillos pasos:

  1. La próxima vez que te sientas ocupado trata de parar un momento para analizar la situación: ¿qué es lo que te mantiene ocupado? ¿merece la pena? ¿podrías liberarte de alguna de esas tareas?
  2. Simplemente valora estas preguntas y trata de ser honesto en las respuestas.

Cuando detenemos nuestra actividad y nuestra tendencia a “hacer cosas”, nuestro cerebro deja a un lado esa necesidad de dopamina y por un momento nos permite centrarnos y elegir lo que vamos a hacer con claridad y libertad, en lugar de movernos por impulso. Paradójicamente si conseguimos bajar la velocidad, podremos ir más rápido.

Cómo bajar el ritmo: practica mindfulness

En realidad es sencillo bajar la velocidad con que afrontamos nuestra rutina, te proponemos pequeños descansos de 45 segundos que te permitirán poner la mente a cero y aumentar la capacidad de concentración, trabajando la atención plena o mindfulness.

  1. Pon una alarma en tu móvil que te avise cada hora para realizar un pequeño descanso.
  2. Cuando suene la alarma detén lo que estés haciendo, deja un lado tus pensamientos y céntrate sólo en tu respiración.
  3. Durante el primer ciclo de respiración permítete relajar tu cuerpo y tu mente. En el segundo focaliza tu atención en la respiración y en el tercero pregúntate que estás haciendo: ¿estas simplemente llenando tu tiempo con pequeñas actividades? ¿o estás trabajando por un objetivo relevante?

Recuerda que estar muy ocupado no es ser importante o estar comprometido. Lo verdaderamente inteligente es realizar el esfuerzo necesario sin perder la calma o el foco.

Si quieres trabajar más profundamente en la manera en que afrontas tus actividades, puedes informarte sobre nuestros programas de mindfulness en Madrid. El mindfulness te ayudará a ser más consciente y a desarrollar de forma natural la capacidad de detenerte y escucharte para poco a poco encontrar el equilibrio en tu rutina.