Trabajar en casa durante el confinamiento

Trabajar en este periodo de confinamiento, o de retiro, como me gusta llamarlo, no está siendo una labor del todo fácil. A la realidad personal de cada cual se suma el hecho de que no conseguimos concentrarnos tanto. Por este motivo os dejamos algunos consejos que os ayudarán a establecer unas rutinas saludables y efectivas.

 

  1. Es cierto, la situación es excepcional

Y esto significa que tu teletrabajo no va a ser el mismo que tendrías en un contexto diferente. Posiblemente intervengan emociones que son fruto de la situación que vivimos: miedo, duda, ansiedad, agobio… Por otro lado, estás creando un nuevo hábito, también lo están haciendo tus compañeros y responsables. Tengamos todo esto en cuenta a la hora de fijar expectativas propias, y también acerca de los demás.

  1. Establece un horario

Aunque parezca una obviedad es cierto que en este contexto se hace especialmente importante contar con una rutina. A la hora de establecerla seamos sinceros con lo que podemos y no podemos hacer (ya llevamos tiempo suficiente en casa como para saber si es realista levantarse a las 6:00h, las horas en las que los niños son más independientes, si nos conviene trabajar por las noches…). Trata de cumplir esa rutina y sé amable contigo mismo, tanto cuando la planificas, como cuando te ves obligado a incumplir lo establecido.

  1. Concentración

La concentración es una de las primeras habilidades que se ve resentida cuando se abren tantos nuevos frentes a nuestro alrededor y perdemos la sensación de control. Esa falta de concentración no es tu culpa, es una reacción de tu organismo que se encuentra en estado de alerta, por tanto, el objetivo será rebajarlo. Hacer pausas mientras trabajas es clave. Este ejercicio te ayudará a “resetear” tu mente, son solo tres minutos, pero verás cómo te ayuda a aumentar la concentración y el rendimiento.

  1. Reducir el estrés

Es natural sentirnos estresados, agobiados sobrepasados… Busca espacios de calma en el día: quizás tomar un té o un café sin hacer nada más, darte una ducha caliente al final del día… acciones muy simples que no supongan mucho tiempo o un gran cambio en tus hábitos, pero que te ayuden a sentir que te estás cuidando. Deja a un lado el móvil: en la entrada de casa, en un cajón… donde sea, y procura mirarlo un número determinado de veces al día.

  1. Convierte la adversidad en oportunidad

Detente a pensar qué puedes obtener de todo esto. Inicialmente todos creímos que esta era una gran oportunidad para leer esos libros abandonados, ver esas películas pendientes… Pero a lo mejor es interesante no hacer tanto y mirar en profundidad. Quizá sea el momento de conocer un poco mejor a tu familia y la convivencia y formas de relacionaros que habéis ido creando inconscientemente. Quizá estás solo y este sea un gran momento para, a medida que se desprenden capas, escucharte. Quizá sea un momento para descubrir que todo lo que has ido dejando para “cuando tenga tiempo”, en realidad no te apetece hacerlo… Este periodo es un regalo, aunque venga con envoltorio de castigo.

  1. Dormir

Quizá te esté costando muchos días conciliar el sueño. Nuestros hábitos durante el día han cambiado, y es natural que esto afecte a nuestro sueño. Trata de hacer algo de ejercicio durante el día, te ayudará a acostarte cansado. Ve bajando el ritmo gradualmente y evita concentrarte en pantallas (tv, móvil…) antes de dormirte. Si no puedes conciliar el sueño prueba a meditar para gradualmente ir calmando la actividad de tu mente y, si estás desvelado, cambia de estrategia: deja de mirar el reloj, levántate y lee un rato.

  1. Buscar las cosas buenas

La situación, en muchos casos más compleja que el mero hecho de no poder salir, y las noticias que llegan, hacen difícil tener una actitud constructiva y optimista. Podemos entrenar y desarrollar el optimismo observando cada día tres cosas que nos producen bienestar, placer, alegría… Quizá el hecho de sentarnos unos minutos a descansar después de comer, ver cómo un árbol que tenemos frente a nuestra casa va floreciendo, abrir la ventana y sentir el aire de la calle en la cara, unos minutos de sol, hacer nuestra comida favorita o un postre especial… No necesitamos grandes cosas para sentirnos bien unos instantes, y poner el foco en ellas tiene un efecto revolucionario en nuestros hábitos mentales.

  1. Medita

Meditar durante 20 minutos también será de gran ayuda si queremos mantener el estrés y las emociones más difíciles a raya. En este contexto de confinamiento el miedo, el enfado, la preocupación… ganan espacio, y esto es natural, tienen una función, que es ayudarnos a encajar la nueva situación. La meditación nos ayudará a reducir el estrés y regular mejor las emociones y también a ser menos reactivos. Desde Mindful estamos organizando sesiones de meditación online a través de Instagram. De lunes a sábado a las 20:15 te esperamos en nuestro perfil de Instagram (@mindfulexperience) para meditar en directo y, si no es posible para ti en ese horario, puedes hacerla en cualquier otro momento en las 24h siguientes. También encontrarás meditaciones en nuestra web.